lunes, 2 de febrero de 2015

Love Never Dies




Una noche en la ópera después de Hansel y Gretel, Nemorino acompañado de Christine y Rafael visita las salas de ensayo del Teatro Real en busca del Fantasma de la Ópera, mientras los operarios trabajan sobre el escenario en el desmontaje del decorado de Hansel y Gretel, observan desde la puerta la grandeza del escenario donde tampoco encuentran al Fantasma.


Nemorino quería invitar al Fantasma a su casa a ver el musical “Love Never Dies” y saborear sus tapas de Thermomix junto a sus amigos y Christine parte fundamental de la historia.
Durante la semana el Fantasma continua sin aparecer por el Teatro Real y Christine continua ocupada en la ópera.
La noche del viernes las puertas del Albert House se abren a las nueve para recibir a los invitados, con la esperanza de que al final aparezca el Fantasma del Teatro Real, Christine había dejado la invitación en el palco número 5.


Pasan unos minutos de las nueve cuando aparecen la Princesa Mari Cruz Campo y su marido Ildefonso, mientras esperan a Susana que esta un poco perdida recuerdan el musical del Fantasma de la Ópera al ver las escenas en la televisión, Nemorino ya tenía preparada la mesa y sus recuerdos del musical incluida una mascara que compro en un chino, por culpa de la bruja de Hansel y Gretel Christine secuestrada no puede ir al Albert House a pesar de tener su plato en la mesa.



Por fin llega Susana con su cara sonriente al igual que la del quiché que había preparado, debajo del brazo trae su regalo de boda para la Princesa Mari Cruz Campo e Ildefonso, Susana tiene buena mano para el retrato como comprobó Nemorino con el retrato de Nino Machaidze.


Se sientan a la mesa para degustar las tapas de Thermomix acompañadas de un buen vino y alguna cerveza. Con los estómagos llenos es la hora de ver el musical “Love Never Dies” y el retrato de la pareja.



Nemorino ya conocía el final de la historia del Fantasma y Christine, había visto un par de veces el musical en el Albert House, en esta ocasión no puede encender la lampara de techo que se fundió con el Fantasma de la Ópera, dos horas más tarde la historia finaliza  pero no quiero contar el final por si mis lectores quieren ver el musical “Love Never Dies”.